La contaminación, el polvo del tráfico, las hojas e incluso los excrementos de los pàjaros contribuyen a evitar que la luz del sol llegue a las celdas de los paneles solares.

Los paneles solares sucios producen menos electricidad o menos calor. Adecuados mantenimiento y limpieza resolverán el problema.

Lo peor sucede cuando causas atmosféricas o otras causas hace que el sistema se dañe. En este caso, la intervención debe ser inmediata para reparar el daño rápidamente.